El horario de verano tiene efectos adversos en el sistema nervioso, lo que ocasiona somnolencia, irritabilidad, problemas de concentración y de memoria, así como trastornos digestivos, con disminución del apetito durante el día y aumento en la noche, informó el secretario de Salud, Jorge Alcocer Varela.

En el Pulso de la Salud, durante la conferencia de prensa matutina que encabezó el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, en la cual firmó la iniciativa de reforma para eliminar el horario de verano, Alcocer Varela señaló que ese huso horario fue una decisión política, motivo por el cual se puede cambiar, principalmente porque las diferencias entre el reloj social y el biológico alteran y desafían la salud de las personas.

Destacó que, en lo psicoemocional, el cambio de horario incrementa la depresión y las ideas suicidas en algunas épocas del año; representa mayor riesgo para quienes requieren de concentración al iniciar el día, como pilotos, escolares y docentes, entre otros. Aunado a esto, debido a la fatiga disminuye el rendimiento escolar y laboral, así como la productividad en general.

El secretario de Salud destacó que el horario de invierno, es decir, el horario real, promueve un ritmo biológico más estable que el de verano, mejora el rendimiento intelectual y ayuda a disminuir enfermedades del corazón, obesidad, insomnio y depresión.

Dijo que las personas adultas necesitan de tres a siete días para adaptarse al cambio de hora y la niñez requiere más tiempo, además de que la falta de sincronización con el ambiente altera el orden temporal interno y causa problemas físicos y mentales.